4.19.2009

Atrocity Exhibition


Creéme, dentro de 20 años cuando en fotos te veas a vos mismo vas a comprender de una forma que no pódes comprender ahora cuántas posibilidades tenías y lo linda que eras en realidad. No estás tan gorda como te imaginás. No te preocupes por el futuro o preocupáte sabiendo que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación álgebra masticando chicle. Lo que sí es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia en la vida, son aquellos que nunca pasaron por tu mente, de esos que te sorprenden a las cuatro de la tarde de un martes cualquiera. Todos los días hacé algo a lo que le temas. Cantá. No juegues con los sentimientos de los demás y no toleres que la gente juegue con los tuyos. Relajáte. No pierdas el tiempo sintiendo celos. A veces se gana y a veces se pierde pero al final solo competís contra vos mismo. Recordá los elogios que recibís, olvidá los insultos (pero si conseguís hacerlo, decime cómo). Guardá tus cartas de amor. Tirá los viejos extractos bancarios. Estiráte. No te sientas culpable si no sabés muy bien qué querés en la vida. Las personas más interesantes que conocí no sabían qué hacer con su vida cuando tenían 22 años. Es más, algunas de las personas más interesantes que conozco tampoco lo sabían a los 40. Quizás te cases, quizás no. Quizás tengas hijos, quizás no. Quizás te divorcies a los cuarenta. Quizás bailes el vals en tu 75º aniversario de bodas. Hagas lo que hagas no te enorgullezcas ni te critiques demasiado. Siempre vas a optar por una cosa u otra, como todos los demás. Disfrutá tu cuerpo. Aprovechálo de todas las formas que puedas. No le tengas miedo ni te preocupes de lo que piensen los demás, porque es el mejor instrumento que tendrás jamás. Bailá. Aunque tengas que hacerlo en la sala de tu casa. Leé las instrucciones aunque no las sigas. No leas revistas de belleza, para lo único que sirven es para hacerte sentir feo. Aprendé a entender a tus padres. Será tarde cuando ellos ya no estén. Llevate bien con tus hermanos. Son el mejor vínculo con tu pasado, y probablemente serán ellos los que te van a acompañar en el futuro. Entendé que los amigos vienen y se van, pero hay un puñado de ellos que tenés que conservar con mucho cariño. Esforzate en no desvincularte de algunos lugares y costumbres, porque cuanto más pase el tiempo, más vas a necesitar a las personas que conociste cuando eras joven. Viví en una ciudad alguna vez, pero mudáte antes de que te endurezcas. Viví en el campo alguna vez pero mudáte antes de que te ablandes. Viajá. Aceptá algunas verdades ineludibles: Los precios siempre subirán, los políticos siempre mentirán, y vos también vas a envejecer, y cuando seas viejo vas a añorar los tiempos cuando eras joven… los precios eran más razonables, los políticos eran honestos, y los chicos respetaban a los mayores. Respetá a los mayores. No esperes que nadie te mantenga, tal vez recibas una herencia, tal vez te cases con alguien rico, pero nunca sabés cuanto va a durar. No te hagas demasiadas cosas en el pelo, porque cuando tengas 40 años, probablemente parezca el de alguien de 85. Sé cauto con los consejos que recibís y tené paciencia con los que te los dan. Los consejos son una forma de nostalgia. Dar consejos es una forma de sacar el pasado de la cesta de la basura, limpiarlo, ocultar las cosas feas, y reciclarlo, dándole más valor del que tiene.